pero vayamos de excursión.
Los barcos que atraviesan el estrecho son muchísimos y los turcos los utilizan como medio de transporte barato y rápido. En mi anterior visita tomé uno de estos barcos que va uniendo ambos lados del estrecho saltando de la parte europea a la asiática a modo de zig zag.
En esta ocasión he tomado uno de los muchos barcos tipo golondrina, que muestran a los turistas principalmente la costa navegando paralelo a ella y volviendo por la otra orilla para no perder detalle.
Estos barcos (depende de cual cojas) te permiten disfrutar de la travesía con toda tranquilidad, pues navegan relativamente despacio y suelen disponer de cafetería y aseo, con lo cual solo nos queda disfrutar de las vistas. Observé barcos muy llenos de turistas tanto interior como en la cubierta superior, pero en el que hice el recorrido apenas íbamos una docena de personas, y el propio capitán pasó sirviendo té o café a sus pasajeros.
El barco hizo un aparada de una hora antes de emprender regreso al puerto de origen esta vez por la orilla de enfrente. Un viaje muy recomendable incluso para los miedosos del mar, apenas se mueve y no hay oleaje, eso sí, el tráfico marítimo es intenso en ambos sentidos, por lo que nos podemos cruzar con grandes buques de todo tipo.
El majestuoso Palacio Dolmabahçe merece una visita aparte. Por dentro es más espectacular que la fachada, se puede llegar en tranvía con la T1 hasta el final de línea.
El Four Seasons en un enclave privilegiado, con su propio embarcadero.
El Çiragan Palace, es otro de los grandes edificios del Bósforo junto al Palacio Dolmabahçe.
El nombre de Ciragan proviene de la palabra "cerag", que significa antorcha en persa. La zona en la que se encuentra el Palacio fue llamado Ceragan debido a las famosas fiestas que los otomanos celebraron en los jardines de tulipanes con antorchas. El palacio fue construido durante el reinado de Abdulmecit y fue diseñado por el arquitecto armenio Serkis Balyan. El edificio se construyó utilizando los préstamos financieros que se obtuvieron para la reestructuración del sistema de agua de Estambul y la construcción de un nuevo ferrocarril. La construcción duró 12 años. Este es el último palacio construido la familia real del Imperio otomano por . Por desgracia el edificio principal fue destruido por el fuego el 6 de enero de 1910. Sólo las paredes exteriores se mantuvieron a partir de la estructura.Partes del edificio han sobrevivido como escuelas.
Estos tres edificios albergan escuelas que se han ido readaptando hasta su uso público en los años cuarenta, pero su construcción es de primeros de 1900.
Estambul es inmenso, 15 millones de habitantes a los que les gusta disfrutar de la vida en la calle y eso se aprecia constantemente
Casas de todo tipo y condición bordean el Bósforo. El nivel del mar permanece fijo, por lo que podemos hablar de muchos puntos de amarre a modo de un gran muelle.
La afición a la pesca con caña está muy extendida por todas partes.
Murallas de Rumeli
El siempre incesante tráfico marítimo, este carguero lleva rumbo al Mar NegroTerrazas y restaurantes se encontraban llenos, aunque era muy pronto para comer (según nuestra costumbre española claro)
Paseando por la costa se puede apreciar lo cuidado que tienen cualquier rinconcito sobre el mar, aunque la locura para aparcar los coches a todo lo largo del estrecho es inmensa, las aceras están saturadas de vehículos y me sorprendió ver la cantidad de ellos que eran de alta gama. Parece ser que esta zona del estrecho es un lugar de nivel más bien alto para ir a comer.
Las murallas de Rumeli son casi el punto final al viaje de ida.
No todo el mundo puede disfrutar de tener un acceso directo desde su apartamento al bote. No hay playa pero si primerísima línea de mar.
La Mezquita de Ortaköy en restauración, pero podéis verla en su esplendor en otra foto que tomé en mi anterior viaje, con cámara analógica, AQUI
Otra magnífica vista de la ciudad. Los minaretes destacan con facilidad y la torre de Galata a la derecha nos indica el inicio de la manga de mar denominada el Cuerno de oro.
De vuelta debemos estar atentos si queremos ver la Torre de Leandro, ya que el barco pone rumbo a estribor y nos podemos quedar sin verla, en este caso el zoom me ha ayudado, pues la distancia es considerable. Hay excursiones que te llevan ahí directamente como se puede apreciar en la foto inferior
La skyline de la ciudad me ha incitado a dejarme llevar por los experimentos fotográficos, es una ciudad muy fotogénica.
Entrando de nuevo al puerto pasamos bajo el concurrido puente de Galata, la gente ha inundado las calles y por todas lados hay tenderetes y puestos para comida al aire libre.
Algunos exóticos barcos amarrados al muelle son verdaderas cocinas, donde se preparan los famosos bocadillos de pescado que la gente como por todas partes.